Querido Padre Celestial,
Hoy vengo ante Ti con el corazón lleno de esperanza y las manos listas para trabajar. Humildemente pido Tu bendición sobre todos mis esfuerzos. En todo lo que hago, deja que tu mano me guíe y tu sabiduría me guíe.
“Encomienda al Señor todo lo que hagas, y él establecerá tus planes” (Proverbios 16:3). Con esta promesa en mi corazón, oro por la aceleración de mis esfuerzos, para que puedan dar frutos más allá de mis capacidades, y de maneras que sólo Tú puedes orquestar.
Señor, toma las semillas de mis esfuerzos y produce una cosecha rica en oportunidades y resultados. Que estas bendiciones no sólo eleven mi vida, sino que también sirvan como un faro de Tu grandeza, inspirando y animando a otros.
Mientras camino por el camino que Tú me has marcado, oro por un aumento en cada aspecto de mi vida: en mi trabajo, en mis relaciones y en mi viaje espiritual. Deja que Tu favor brille sobre mí, convirtiendo mis aspiraciones en logros que reflejen Tu gloria.
Que cada éxito sea un testimonio de Tu poder y amor, y una razón para que yo y otros alaben Tu nombre. Ayúdame a usar estas bendiciones no para mi gloria, sino como una herramienta para servir a los demás y mostrar Tu grandeza al mundo.
Como está escrito en Jeremías 29:11 (NVI): “'Porque yo sé los planes que tengo para vosotros', declara el Señor, 'planes para prosperaros y no para haceros daño, planes para daros esperanza y un futuro. '"
En el nombre de Jesús, oro,
Amén.
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