Querido Padre Celestial,
En los momentos de tranquilidad, en medio de las tormentas de preocupación e incertidumbre, busco refugio en Tu amoroso abrazo. Mi mente se nubla con pensamientos sobre los caminos de la vida, los giros desconocidos que se avecinan y las cargas que pesan sobre mi corazón, especialmente en lo que respecta a las finanzas.
Señor, tu palabra nos dice que no estemos ansiosos por nada, sino que en cada situación, con oración y petición, con acción de gracias, te presentemos nuestras peticiones. Aquí estoy, Señor, poniendo toda preocupación a Tus pies, buscando Tu sabiduría y guía.
Por favor, toma el control, querido Dios, y guía el camino. Despeja la niebla, aligera las cargas y abre puertas a oportunidades y bendiciones que se alinean con Tu plan divino. Concédeme la paciencia y la fe para esperar tu momento perfecto, confiando en que estás resolviendo las cosas incluso cuando no puedo verlo.
Que Tu presencia tranquilizadora llene mi corazón, alejando miedos y dudas, y reemplazándolos con esperanza y confianza en Tu infinita providencia.
Como está escrito en Filipenses 4:6-7 (NVI): "Por nada estéis afanosos, sino que en toda situación, con oración y petición, con acción de gracias, presentad vuestras peticiones a Dios. Y la paz de Dios, que trasciende todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús."
Y en Mateo 6:31-33 (NVI): "Así que no os preocupéis diciendo: '¿Qué comeremos?' o '¿Qué vamos a beber?' o '¿Qué nos pondremos?' Porque los paganos corren tras todas estas cosas, y vuestro Padre celestial sabe que vosotros las necesitáis. Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas también os serán dadas.
Señor, levántame y ayúdame a encontrar paz y confianza en tu promesa de proveer y cuidar a quienes buscan tu reino primero.
En Tu amoroso nombre, oro.
Amén.
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